Ph & Story: Tato Labourdette
“¿Querés venir a sacar fotos a un festival skinhead?” La pregunta me la hizo uno de esos contactos cibernéticos que aparecen de las maneras más bizarras en nuestras listas… Yo conteste que si, de una… ni lo dude; aunque después empecé a pensar un poco, si bien yo me consideraba “del palo” nunca había ido a un recital tan especifico de ese tipo, y por mas que no tuviera una imagen negativa de los skins temía decir alguna palabra inconveniente que pusiera de mal humor a alguno de los muchachos y terminar con la cámara en el fondo del upite…
A pesar de la incertidumbre sobre una futura colonoscopia o no… fui a la plaza donde se hacia el recital, a las 3 de la tarde.
Se trataba de un festival antifascista (yo ya lo tenia mas o menos claro, pero la gran mayoría cree que “los skinheads son todos nazis” y es todo lo contrario, gran parte son antifascistas… los hay de los otros también, pero no deberían caer todos en la misma bolsa), busque a mi contacto, me presento a un par de amigos y listo… No se comían a nadie crudo, ni le pegaban a las viejas ni nada raro, al contrario… organizaban ese recital para ayudar a un comedor en
Un par de cervezas calientes después, desde mi ingenuidad, pregunte.. “Y como hicieron con el tema de la plaza, hay que pedir permiso, NO?”… a lo que mi interlocutor se me quedo mirando incrédulo y respondió… “Ni a paaalos, un vecino copado nos tiro un alargador, enchufamos ahí y armamos todo de una!” (después me di cuenta de que a alguien que le tira una molotov a un camión hidrante de la federal poco debe importarle un tecnicismo burocrático de
Había de todo, skinheads con borcegos y tiradores, punks con cresta (punks de la vieja escuela, no la pavada esa de preadolescentes con muñequeras y remeras de Good Charlote); y hasta dos rapperos freestyleros de San Justo…
Finalmente saque las fotos y me fui, sano y salvo, con la cámara en la mochila, y un par de canciones que se me habían pegado en la cabeza.
Conozco algunos skinheads, y si bien yo no lo soy, pude ver que comparto más de una cosa con ellos, formas de pensar, gustos musicales, etc. Incluso ahora me causa gracia cuando sale algún perejil en C5N diciendo cosas tales como “eran skinheads, estaban todos drogados…” o pavadas de ese nivel, siendo que éstos son los verdaderos intolerantes que prejuzgan, y que nunca van a tener los conceptos de honor, orgullo, y amistad como si los tienen los skinheads tatuados a fuego. Lo mismo pasa con otras “tribus”, por ejemplo los que son Straight Edge (SXE), que mas de un cuadrado prejuzga que deben vivir todo el día drogados o borrachos, porque su “aspecto” no les cuadra con la gente bien, y ni saben que no solo no se drogan ni toman alcohol, sino que incluso algunos hasta son ovo-lacto-vegetarianos.
Solo son gente que está enojada, y encuentran en la música (como yo) una descarga y una mini sublimación de 2 o 3 minutos de duración.
